Me duele tanto hablarte, me duele tanto oírte,
y no entiendo por qué vienes a destruirme.
Me muero por tocarte, me muero por sentirte,
me muero por abrazarte y por el recuerdo de saber que te me fuiste.
Pero ya no quiero recordar, saber que tu no estas me hace daño, no me deja continuar. Devuélveme la vida que te llevastes un día,
devuélveme la risa, la que tuve y no sabia,
devuélveme mi alma, en compañía de la calma... Y...
devuélveme la fuerza que se perdió entre tú inocencia.
No quiero ya cantarte, no quiero ya pensarte,
no quiero hacerme daño imaginando un futuro sin ti a mi lado.
Atenea,
Pinchar aquí; Alienación Parental ¡SI EXISTE!
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