La conciencia se considera en el campo de la filosofía la facultad moral de poseer el raciocinio necesario para distinguir entre el bien y el mal.
Cuando se menciona la palabra "sociópata" se piensa en asesinos en serie, pero uno se olvida de que los sociópatas forman parte de la vida cotidiana. Es muy posible que nuestro jefe, nuestro amante, o nuestro vecino sean sociópatas.
La palabra empatía, que viene del griego pathos, padecimiento o sentimiento, no figura en su vocabulario emocional. Aunque son incapaces de sentir apego y amor, son buenos observadores y poseen cualidades carismáticas que les permiten imitar sentimientos de cariño, y a su vez inspirar sentimientos recíprocos en los demás. Debido a la facilidad con la que aprenden a camuflarse con el resto de la sociedad, discernir a un sociópata no es fácil.
La falta de conciencia en los sociópatas convierte a las personas con las que se relacionan en víctimas. Puesto que carecen de sentimientos de culpabilidad, los sociópatas pueden manipular, mentir y engañar, causando un gran destrozo emocional en los demás sin que ellos sufran un solo rasguño moral.
¿Por qué existen los sociópatas?
Las tendencias sociópatas han sido atribuidas en ocasiones a componentes genéticos o al aprendizaje, pero muchos estudios han demostrado que el origen de la sociopatía, también llamada Trastorno de Personalidad Antisocial es un enigma. Dentro del Trastorno de Personalidad Antisocial figuran otras anormalidades psicológicas, como el narcisismo, la paranoia, y por supuesto la sociopatía.
¿Cómo se puede reconocer a un sociópata?
A continuación figuran algunas de las características propias de los sociópatas:
Poseen un encanto superficial
Son manipulativos y mentirosos
Tienen delirios de grandeza
Carecen de sentimientos de culpabilidad
Se distinguen por su superficialidad emocional
Son incapaces de amar
No tienen compasión por los demás
Poseen una naturaleza impulsiva
Son incapaces de hacer planes
Son autoritativos y paranoicos
¿Cómo curar a un sociópata?
Por desgracia no existe ningún remedio para curar esta enfermedad entre comillas. Los psiquiatras afirman que los métodos tradicionales de psicoterapia, e incluso la prescripción de medicamentos han fracasado. La única forma en que la terapia puede funcionar es si el individuo admite que existe un problema y que tiene que cambiar. Pero los sociópatas no consideran que su conducta sea un problema.
Los sociópatas se valen de artificios y pretenden que se han rehabilitado cuando en realidad lo que han hecho es aprender durante sus sesiones de terapia nuevas formas de analizar a los demás y de descubrir y aprovecharse de sus vulnerabilidades.
¿Cómo podemos protegernos de los sociópatas?
Ante todo debemos ser conscientes de nuestras vulnerabilidades y maximizar nuestros puntos fuertes para que nuestras inseguridades no se manifiesten. Un sociópata es como una serpiente que cambia de piel y a la que constantemente intentamos hechizar. El sociópata es un manipulador que “te hará luz de gas” hasta el punto de que cuestiones tu propia cordura. El mejor consejo si crees que estás en manos de un psicópata es mantenerte lo más lejos posible de él o de ella.
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